Icono accidentes cerebrovasculares

Más de 200 pacientes han mejorado con nuestro tratamiento su calidad de vida

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Porcentaje de eficacia de nuestro tratamiento

Las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV), incluido el conocido como Ictus, pueden presentar afectación cerebral en diferente magnitud y localización. La causa que los provoca puede ser externa, como un accidente de tráfico, o interna por la edad o el consumo de tabaco, por ejemplo. En términos clínicos se dividen en accidente hemorrágico e isquémico. En función de si es de un tipo u otro el tratamiento es diferenciado.

Para realizar un adecuado diagnóstico sobre la afectación tras el accidente, Caton realiza un protocolo basado en la medición de la actividad neurológica por medio del empleo de un electroencefalograma específico (o mapeo QEEG).

Nuestro equipo de profesionales, compuesto por médicos y psicólogos, fundamentándose en los resultados obtenidos del QEEG y en la evaluación psicológica, propone un protocolo de tratamiento personalizado para cada paciente, que puede incluir: Biofeedback cardiaco, Electroestimulación (tDCS), Neurofeedback, entre otros.

El protocolo de intervención Caton para los ACV dura entre 3 y 6 meses aproximadamente, con una frecuencia de dos sesiones a la semana de Electroestimulación y Psicoterapia.

Trabajando de forma comprometida paciente y profesionales se alcanza una tasa media de mejora en el 70% de los casos, siempre y cuando el daño cerebral es leve o medio. Los más extremos no se pueden tratar con estas técnicas.

Lo que dicen nuestros pacientes

“A la semana 8 tenía mejoras en la movilidad y en el lenguaje que había perdido tras mi ictus. En general recuperé parte de mi autonomía”.
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